Por El Oso Crítico
Ponce, P.R.-En la historia política de Puerto Rico, hay figuras que han dejado una marca significativa, ya sea por sus logros o, como en el caso de Rafael Cox Alomar, Eduardo Bhatia y Ángel Rosa, por sus épicas derrotas. Estos tres exlíderes del Partido Popular Democrático (PPD), quienes alguna vez aspiraron a grandes cosas bajo la bandera del partido, han pasado a ser protagonistas de una comedia política. ¿La trama? Tres políticos que, tras perder en primarias, ahora deciden canalizar su frustración atacando al mismo partido que los vio nacer. Un cuento clásico de “si no puedo ganar, mejor me llevo el balón”.
• RAFAEL COX ALOMAR, EL CANDIDATO ACADÉMICO… QUE NADIE QUISO
Rafael Cox Alomar, con su impresionante currículum académico, aspiró a la comisaría residente en las elecciones del 2012. Lo que no anticipó fue que ser un erudito no necesariamente se traduce en votos. Con su estilo de oratoria digno de un dictador latinoamericano, Cox Alomar fue aplastado en las urnas, demostrando que, aunque tiene conocimiento, le faltó carisma. Pero, en lugar de reflexionar y mejorar, decidió que la culpa era del partido. Ahora, desde las sombras, apoya abiertamente la independencia y se une a la “Alianza separatista”. ¡Quién diría! El mismo partido que alguna vez juró defender, ahora lo critica como si nunca hubiera sido parte de él.
• ÁNGEL ROSA, EL PROFESOR QUE REPRUEBA EN POLÍTICA
Ángel Rosa fue visto como una promesa política dentro del PPD. Hábil en los medios y con gran capacidad para argumentar, muchos creyeron que podía ser una figura clave en el futuro del partido. Pero, sorpresa, después de perder en una primaria interna, el profesor decidió que era más fácil criticar desde afuera que construir desde adentro. Años después, se dedica a señalar los errores del partido desde su cómoda posición de “experto” en los medios. Porque, claro, es mucho más fácil hablar de política cuando no tienes que lidiar con la molestia de, ya sabes, ganar elecciones o liderar algo.
• EDUARDO BHATIA, EL ETERNO CANDIDATO SIN PUEBLO
Si hay alguien que ha perdido más elecciones que la mayoría de los candidatos en el PPD, ese es Eduardo Bhatia. Fue candidato a la alcaldía de San Juan no una, sino dos veces, y aunque finalmente logró llegar a ser presidente del Senado, su gestión dejó una larga lista de enemigos. Cuando intentó aspirar a la gobernación, se dio cuenta de que todos esos grupos a los que había descontentado no habían olvidado su historial. Tras su derrota, en lugar de reflexionar y buscar una segunda oportunidad, decidió apuntar su frustración hacia su propio partido. Y ahora, desde su nueva plataforma progresista en el Partido Demócrata de los EE.UU., ataca al PPD como si nunca hubiera sido parte de él. ¡Qué conveniente!
• LAS URRACAS GRAZNAN, PERO EL PPD SIGUE FIRME
Es verdaderamente lamentable ver cómo estos tres personajes, que alguna vez representaron los valores del PPD, han caído tan bajo. En lugar de aceptar que el electorado no los favoreció en las primarias, han optado por atacar al mismo partido que los hizo relevantes. Han llamado a votar por otras ideologías y a traicionar al PPD, demostrando que sus egos son mucho más grandes que su lealtad. La frustración de no estar en el poder parece haberlos transformado en “urracas” que graznan sin cesar, creyendo que sus críticas importan más de lo que realmente lo hacen.
Pero, aquí está la verdad: el Partido Popular Democrático es mucho más grande que cualquier figura política. Mientras Cox Alomar, Bhatia y Rosa sigan con sus graznidos desde la banca de los perdedores, el PPD seguirá adelante, respaldado por su base fiel. Las elecciones se ganan votando por nuestras convicciones y por nuestro partido, no por los intereses egoístas de quienes no supieron ganar.
Así que, mientras las “urracas perdedoras” sigan graznando, los populares seguiremos trabajando, votando y apoyando al partido que ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de Puerto Rico. Las traiciones y los ataques mezquinos no nos detendrán. Al final del día, el pueblo tiene la última palabra, y las urracas, como siempre, solo harán ruido.